MI QUERIDO MONSTRUO

¿Pueden las experiencias vividas afectarnos a nuestra salud mental? ¿es posible que nuestras emociones coaccionen gran parte de nuestra vida? 

En la película Mi querido monstruo entendemos este asunto de una manera muy clara. 

En esta película, el mundo de Kunlun, compuesto por miles de islas, está obsesionado con los espíritus oscuros, una forma de esencia venenosa que causa daños irreversibles en la mente. Parece que nadie le encuentra solución a esto. Pero ahí está Bai Ze, que pone en marcha todos los esfuerzos por eliminar esto. 

En medio de todo esto nos encontramos con un joven llamado Yi que está buscando una cura para su cuerno de crecimiento lento. El joven sufre tal frustración y dolor que los espíritus oscuros parecen haberse apoderado de el. 

Este es, sin spoiler, el argumento de la película. Pero, ¿hay algo detrás de todo esto? 

Pues yo he encontrado una clara alusión a la salud mental. Este joven tiene tal frustración por algo sucedido en su vida que eso condiciona toda su vida y hace que su cuerno no crezca. 

El joven Yi, lucha por deshacerse de las garras de los espíritus oscuros, y de la misma forma, me parece que hace alguien que se ve atrapado en un bucle emocional que no le deja ver más allá de lo que le sucede. 

Este muchacho busca la ayuda de Bai Ze, el cual hace todo lo posible por ayudarle, hasta prácticamente arriesgar su propia vida. 

Y si nos damos cuenta, eso mismo es lo que hacen aquellos que nos rodean y que quieren ayudarnos a salir adelante cuando estamos en medio de una nube oscura que no nos deja seguir creciendo. 

Por tanto, esta película es un canto a la salud mental, a la importancia de buscar ayuda, a la necesidad de dejarnos ayudar y de, si es necesario, prestar nuestra ayuda. 

Un tema muy necesario enfocado de una manera animada para que, sea quién sea que vea esta película, pueda entender la importancia de esto. 



TUTANKAMÓN. EL ÚLTIMO VIAJE

Noviembre de 1922: se avecinaba algo que cambiaría la forma de ver muchas cosas. Hasta aquel momento, la cultura egipcia era algo a lo que no se le daba mucha importancia. Pero, un 4 de noviembre de 1922, Howard Carter descubrió algo fascinante, la tumba de Tutankamón, rey de Egipto. 

Una historia que consiguió "revivir" en cierta forma a este rey, Tutankamón. 

Se encontró una tumba sellada, con dos guardianes o efigies del rey custodiando la entrada. Al acceder a la tumba encontraron un gran tesoro: dos metros de ataúd de oro macizo y una cámara funeraria llena con 5300 objetos. Su fabricación impecable deja entrever vestigios de la cultura egipcia, de sus creencias, de sus miedos y sus supersticiones. 

Este personaje alrededor del cual se han especulado muchas cosas, y que ha causado fascinación por muchos años, logró revolucionar un mundo que hasta ese entonces no conocía de este joven rey. 

En "Tutankamón, el último viaje", encontramos verdaderos tesoros que podremos ver muy muy de cerca, y que sentiremos como si estuviéramos en pleno Museo del El Cairo delante de semejante belleza. Veremos muy de cerca la maravillosa máscara de oro pulido con lapislázuli incrustado que muestra la majestuosidad con la que hacían las cosas en Egipto. 

Una película documental que no deja indiferente a nadie, que ayuda a conocer detalles inimaginables y que te dejarán con la boca abierta. 

A partir del 4 de noviembre estará disponible en cines. 

EL GRAN MAURICE

Esta es la emotiva historia de Maurice Flitcroft. ¿Y quién es este buen señor? Pues bien, Maurice era operario de grúa en unos astilleros y un gran soñador. Pero aparcó sus sueños para formar una familia. 

Lo cierto es que era un hombre entregado, cariñoso y positivo. Cuando llegó el momento en que el trabajo de Maurice peligraba, él no se quedó sentado, volvió a soñar. 

Casualmente, porque la verdad es que fue de pura casualidad, vio en la televisión un partido de golf y, cosas de la vida, Maurice empezó a soñar que él podía jugar al golf y, no solo jugar, su objetivo era ganar. 

Todo esto tenía un pequeñito problema, Maurice no sabía jugar al golf nada de nada. Sin embargo, esto no le para, se hace con unos palos de golf, y practica como buenamente sabe y con la ayuda de un libro. 

La verdad es que la persistencia de Maurice hace que se atreva con lo que se le presente por delante. Y aunque la desesperación le llega por momentos, pesaban más sus sueños y aspiraciones que las decepciones que pudiera llevarse. 

El resultado es sorprendentemente inesperado. La fortaleza y positividad de Maurice llega a ser envidiable. 

Y es que, como dice él mismo, 'nadie se come el mundo, porque está muy duro', pero está claro que una historia inspiradora como la de Maurice Flicroft, te da la energía suficiente para que, aunque no te comas el mundo, sí le eches ganas a la vida, porque, total, soñar no cuesta nada. 

A TODO TREN 2

¿Pensabas que no les volvería a pasar? ¡Pues otra vez ha ocurrido! 

Si en 'A todo tren: destino Asturias' fueron ellos los que perdieron a los niños en un tren, y ahora les toca a ellas. 

Ellas son Clara y Susana. Esta última más conocida como Susana la flipada. ¿Por qué será? 

Imagínate que vas a llevar a tus niños y a los amiguitos de éstos para que cojan el bus para el campamento y, por unas cosas o por otras, ¡zas! se cierra la puerta del tren. ¿Te desesperarías o darías saltos de alegría? 

Pues a Clara, interpretada por Paz Vega, le entran los 7 males. Lo de Susana, interpretada por Paz Padilla, es de otro mundo. Por algo es 'la flipada', y es que vive más en los mundos de yupi que en la tierra.

Las risas están aseguradas. Y es que este equipo de niños no son los que, en esta ocasión, la lían, bueno un poquito nada más. Esta vez queda en manos de las dos "adultas" el montar un lío monumental. 

Empiezan por perder a los niños y siguen en un avión armando tal jaleo que obligan a que aterrice. Las consecuencias les llevan ¡al cuartel de la guardia civil! Pero, ¿te piensas que eso se queda ahí? Una fuga "de película", bueno o algo parecido que las lleva a secuestrar un helicóptero, robar un coche, robarle la ropa a unas jubiladas, y todo esto cargando con uno de los niños que se había quedado en tierra. 

¡Vaya la que lían! Y es que Susana es un caso aparte. Obsesionada con temas de horóscopos y cosas de esas, la lía más de lo que imagina. Y no digamos con las pastillitas que fabrica y su extraño efecto.

A esta delirante aventura se les suma una pasajera del avión que, se supone, se casaba ese mismo día. Lo de casarse no está muy claro, pero que se suma al lío que se forma eso queda muy patente. ¡Y es que esta pasajera se apunta a un bombardeo!

Pero, ¿qué pasa en el tren? Pues, de primeras, reaparece Lucas, el revisor de la anterior aventura. Y  nos encontramos con un señor que lleva un maletín enganchado a la muñeca y la "pelicula" que los niños se montan al verle. Y... ¡voilá! tenemos el combo perfecto. Porque al final, algo pasa en el tren que hace que este viaje sea una aventura para estos niños.

En esta película nos encontramos con dos historias que van de la mano. Por un lado, los niños en el tren y la que se lía allí dentro, y por otro lado lo que hacen Clara y Susana para llegar a tiempo a dejar a los pequeños en el autobús del campamento. 

Una aventura divertidísima en la que queda bastante patente que todos nos equivocamos, que no podemos pensar que no repetiremos los errores que otros cometieron antes, pero que al final las cosas tienen solución. 

¿Cómo se soluciona todo? Pues muy fácil... ves al cine y lo ves, ¡No te arrepentirás! Pasarás una hora y media divertidísima.